viernes, 23 de mayo de 2008

Cuando el gato pilló al raton.

Hace tiempo que buscaba saciarme. Buscaba y buscaba. Me encontraba con los deseos desenfrenados, el carrete y las fiestas. Luego en los desafíos intelectuales y las apariencias de sabiduría. Nada seguía igual, igual de seco y vacío.
Seguí vanas filosofías y me deje seducir por ellas. Me las creía y creía que eran verdad y dignas de ser compartidas, pero hasta cierto punto porque tenía que mantener la exclusiva de la sabiduría oculta.
A veces me gusta escuchar radio en las noches, ahora que tengo hijo es mas difícil porque el tiene que dormir. En ese tiempo escuchaba en las noches. Una vez me topé con un hombre que hablaba de Dios, y empecé a escucharlo.
Entonces sucedió algo que nunca esperé, conflictos internos y externos.
Luego empecé a escuchar a otro hombre que hablaba algo parecido y el mensaje era el mismo: El hombre jamás podrá agradar a Dios en su posición natural, tiene que ser revestido de justicia, por Dios mismo a través de Jesucristo, de Su preciosa sangre. Arrepentirse, reconocer el pecado y la bajeza de nuestra naturaleza sin Dios. Ser salvos.
Yo con mis filosofías y con una mujer que llegó a ser mi esposa que me seguía por amor, pero que gracias a Dios nunca fue atrapada.
Este pequeño conflicto se transformó en torbellino, en cataclismos intelectuales, en terremotos espirituales, hasta que no pude mas, me rendí cual soldado capturado, me rendí y fui atrapado, así como el gato atrapó al ratón, y el ratón nunca busco al gato, y El capturador dijo: “He aquí Yo Soy El Primero y El Ultimo, El Principio y El Fin, El que estuvo muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del Hades.”
Al fin yo y mi esposa fuimos capturados por El.
Gracias Señor Dios, porque los que no preguntábamos por Ti, fuimos hechos Hijos de Dios.
Juan 1:12 “1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios

1 comentario:

Polo dijo...

Es increíble como este gran gato nos atrapa a todos y nos mete en una gran ratonera llena de diversión, amor, cariño, comprensión y todas las cosas buenas. Más encima nos perdona cuando hacemos fiestas desordenadas y nos mandamos los condorazos... ¿cómo decirle que no a ese amor? ¿cómo olvidarme de Él? ¿cómo pretendo yo hacer como que no existe el que existe desde siempre?